¿Quién cuida a la Pachamama?,
un pregonero preguntaba aquí y allá,
cientos y miles lo escuchaban,
respuestas no se dieron.
Cada vez los gritos fueron más fuertes
tanto, tanto que se escuchó en el mundo
entero. Se preguntaron una y mil veces;
risas, llantos, lamentos se escucharon,
respuestas a sus preguntas no se dieron,
desesperado sintió desgarrarse su garganta,
entre dolores y agonías siguió gritando:
¡Quién cuida a la Pachamama!
Entre lágrimas y llantos la veían agonizar sus hijos,
miles de millones de ellos la desgarraban.
La mamá noble, pura y santa no se quejaba,
todo, todo lo daba, a sus ingratos hijos
el tiempo, unido a la indiferencia de sus hijos
la
pulverizaron, finalmente la desaparecieron,
así se perdió en el infinito cosmos.
Por los siglos de los siglos, amén.