Cuando te fuiste
creaste en mí sólo
tristeza
tu ausencia fue
noche eterna
la luz de mis ojos
perdí.
llenos de espinas
estaban
lúgubres
amaneceres tuve
supliqué, lloré,
lamenté tu ausencia.
de amarte nunca,
nunca dejé
agobiado, así de
rodilla imploré
más tu piel pegada
a mis manos seguía.
conmigo estaban,
siempre, siempre
que quieres más de
mí, te preguntaba
sólo silencio eran
las respuestas.
Si esto no es
castigo o maldición
dime, dime, qué es
esto
si algún día
vuelves a mi
seré un loco
esclavo tuyo, tuyo.
extraña felicidad,
siempre, siempre será la mía
si eso te hace
feliz, feliz
yo, voluntario al
fin, siempre, siempre estaré, contigo.
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