jueves, 9 de abril de 2015

MADRE HAY UNA SOLA




Sé que has traspasado el muro del olvido
Mi corazón, llora lágrimas de sangre
El dolor que siento es como si ardiera en llamas
Mis lamentos no pueden ser escuchados por ti.

Si pudiera medirse la tristeza sentida
Tu tiempo de vida no alcanzaría, para medirla.

Hijos, míos, hoy aún con vida estoy
Vivo clamando la muerte, en esta soledad
Sí, sé, en mi consciencia se ,que vivo abandonada

Ese niño que alguna vez en mi vientre estuvo
Ese niño que en mis brazos cobije
Ese niño por quien no existió obstáculo alguno
que no pudiera vencer
Hoy me arrojo lejos, muy lejos de él.

Sé que he salido de su mente
Sé que estoy por el abandonado
Al llegar a mí esa lucidez final
Quisiera verlo, quisiera tocarlo

En este lugar ajeno y extraño
Llamado acilo, casa de reposo
Jamás compensará tu cariño de hijo
Aún, así, mi perdón está contigo

Solo confío en Dios, todo poderoso
Que me diga por que nos escogió
Para que yo sufriera tanto
Para que tu hijo mío, seas tan cruel
Todo sea porque Dios quiso en su voluntad bendita
Que yo sea tu madre y tu mi hijo, querido.

Amen…

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