jueves, 18 de junio de 2015

EL PASTOR

EL PASTOR



Retumbaban los truenos
los inmensos cerros llenos de vegetación
recibían las torrentosas lluvias
las aguas caídas del cielo corrían caudalosas.

Así mis pensamientos fueron hacia ti
llegando a alegrar mi soledad
sentí tu risa y tu calor
los relámpagos y truenos se convirtieron en compañía
comencé a entonar con mi silbido tu canción preferida
paloma blanca, piquito de oro.

Se calmó la lluvia, los vientos fuertes llegaron
cobijado bajo inmensa piedra, me sentía feliz
ya , llegaba la hora de verte
aunque el camino largo era
las ovejas caminar lento tenían.

Ansias de tu calor tenia
en esta inmensidad de llanura y verdor
en esa soledad tan inmensa y profunda
aprendí a quererte vida mía

te prometo al llegar no callar, mi corazón.

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