La gracia acompaña sus pasos
la alegría las hace más bellas
la sonrisa es azúcar en sus rostros
sus cuerpos rompen el hielo y regalan calor.
Todo es algarabía a su entorno
todos suspiran a su paso,
mirar el ir y venir es premio sin par
a ese anhelo cotidiano de ser feliz.
Las rosas bellas son y tiene espinas
las vírgenes sólo juegan a tenerlas
por eso llega el día subliminal
entregando su cielo feliz será un ser.
Mas cuando valorar no saben
se iniciará el juego celestial
llegando sinsabores mil
pues nada, nada comparable será.
No hay tortura más dolorosa
de aquella que culpable te sientes
por la ausencia del placer divino
y ya jamás ¡jamás! lo tendrás.
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