Bendito sea el
mundo
que tiene a Santa Claus
benditos los seres
que creen en él
en los ángeles y el
Niño Jesús.
La humanidad de
rodillas
debe agradecer al
cielo y a sus santos
por el prodigio de
creer en Santa Claus
así jamás los niños
dejarán de reír.
Cuando un niño es
feliz, ríe
bendiciones mil
llegan a la tierra
el dolor y la
angustia se retiran
dando pase a la
felicidad eterna.
La humanidad entera
bendecida es
cuando un ser
humano regala bondad
feliz navidad para
toda la humanidad
cantarán en el
cielo los ángeles y arcángeles
por todo la eternidad.
Santa Claus jamás
se cansará
ni sus renos se
agotarán
llevándoles regalos
a los niños
siglo tras siglo,
en cada Navidad.
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