Hombres de esperanzas, hombres creyentes y fuertes.
Hombres de altura, hombres de convicciones andinas.
Claman en sus cantos, cual plegaria, al santo.
Al santo que vino de allá, de los mares,
A caballo montado con fusta al ristre.
Brillando el dios Sol en espadas y armaduras.
Doblegaron a unos y a otros muerte dieron,
Siglos cuesta aun ocultar tal sacrificio.
Ya que santo al frente, a fuerza divina dicen.
Aconsejaron y mandaron coger y llevar cuanto querían,
Males llegaron, enfermedades también.
Hicieron servir a reyes ajenos que hasta hoy subsisten y existen
Pero, remedio alguno ni en las bromas europeas se escucha.
Hoy en tu tierra andina o no, ya tienes un reto avisado y visto.
Al frente están los sirvientes por nada.
Y los que nadan en riquezas por lo tuyo.
Unos más cerca, otros de lejos, tan vil uno como el otro.
Si algo aprenden de entre sí, es el ser crueles y más crueles,
Espada y cruz en mano.
Te dicen te quiero, pero jamás sueltan tu garganta.
Burlas si, pero tu allí, yo acá.
Tengo una ciudad, y de ella el cordón es del peruano de altura.
El centro cual núcleo del mismo sol es mío, dice el adversario.
Siglos hace que te robé, y no pienses jamás
que por voluntad divina será tuya.
Porque esa voluntad, digo yo, mía será siempre, solo mía.
HOMBRE ANDINO:
LUCHA TU CONQUISTA
ARAÑA TU DESTINO
OLVIDA, CREER, OLVIDA TU PERDÓN
SOLO LUCHANDO EN LA VIDA
CONQUISTARÁS DE NUEVO,
TU REY SOL.
Hombres de altura, hombres de convicciones andinas.
Claman en sus cantos, cual plegaria, al santo.
Al santo que vino de allá, de los mares,
A caballo montado con fusta al ristre.
Brillando el dios Sol en espadas y armaduras.
Doblegaron a unos y a otros muerte dieron,
Siglos cuesta aun ocultar tal sacrificio.
Ya que santo al frente, a fuerza divina dicen.
Aconsejaron y mandaron coger y llevar cuanto querían,
Males llegaron, enfermedades también.
Hicieron servir a reyes ajenos que hasta hoy subsisten y existen
Pero, remedio alguno ni en las bromas europeas se escucha.
Hoy en tu tierra andina o no, ya tienes un reto avisado y visto.
Al frente están los sirvientes por nada.
Y los que nadan en riquezas por lo tuyo.
Unos más cerca, otros de lejos, tan vil uno como el otro.
Si algo aprenden de entre sí, es el ser crueles y más crueles,
Espada y cruz en mano.
Te dicen te quiero, pero jamás sueltan tu garganta.
Burlas si, pero tu allí, yo acá.
Tengo una ciudad, y de ella el cordón es del peruano de altura.
El centro cual núcleo del mismo sol es mío, dice el adversario.
Siglos hace que te robé, y no pienses jamás
que por voluntad divina será tuya.
Porque esa voluntad, digo yo, mía será siempre, solo mía.
HOMBRE ANDINO:
LUCHA TU CONQUISTA
ARAÑA TU DESTINO
OLVIDA, CREER, OLVIDA TU PERDÓN
SOLO LUCHANDO EN LA VIDA
CONQUISTARÁS DE NUEVO,
TU REY SOL.
broder puedo utilizar esto para la publicacion de un poemario, es un pequeño proyecto sobre el hombre inca y su cultura
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