Tú tienes la blancura
de las nieves perpetuas,
en las heladas cumbres,
y tienes la sonrisa,
de una mariposa en vuelo.
Tú tienes el encanto
de una diosa enamorada,
tu voz hace que vibren
mis sentidos, como si
escucharan notas celestiales;
más cuando te miro
llegas a mi mente,
grabada te quedas;
y ella es cual álbum de fotos,
minuto a minuto,
segundo a segundo;
me recuerdan tu color,
tu sonrisa, tu figura;
ajena, quizás, quizás serás.
Pero tú, tu andar;
y todo lo tuyo,
en mi mente estarán, y estarás para toda la eternidad
de las nieves perpetuas,
en las heladas cumbres,
y tienes la sonrisa,
de una mariposa en vuelo.
Tú tienes el encanto
de una diosa enamorada,
tu voz hace que vibren
mis sentidos, como si
escucharan notas celestiales;
más cuando te miro
llegas a mi mente,
grabada te quedas;
y ella es cual álbum de fotos,
minuto a minuto,
segundo a segundo;
me recuerdan tu color,
tu sonrisa, tu figura;
ajena, quizás, quizás serás.
Pero tú, tu andar;
y todo lo tuyo,
en mi mente estarán, y estarás para toda la eternidad
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